martes, 23 de agosto de 2011

La Luz Frágil.



Hola, lamento decirte de esta manera, que desde que te conocí muchas cosas han cambiado en mi vida, muchas más de las que podría imaginar vivir, eh pasado muchas noches en vela, imaginado como fue que el destino te puso en mi camino, y como después de tantas largas platicas nocturnas termine por enamorarme de ti.

Lo siento mucho, 10 minutos es muy poca distancia, lamento aun no haber dado el primer paso y recorrer ese camino entre la lluvia y la obscuridad, para acercarme a ti, abrazarte y decirte mientras miro tus ojos, que te quiero, que jamás encontrare a alguien como tú, que tu recuerdo hace temblar mi pecho, suspirar a cada momento y pasar las tardes mirando el horizonte, imaginando que estaríamos asiendo, si es que estuviéramos juntos.

Cada momento de este verano de una u otra manera terminas en mi mente, recordar tu sonrisa, tu voz tu mirada me hace temblar, mi pecho duele, duele demasiado, no sé cuanto soporte estar sin tenerte.

La soledad no siempre es un buen lugar en el cual estar, más sin embargo la podemos tolerar; pero por favor, no lo ágamos ahora que nos hemos encontrado, pues al menos de mi parte, te digo una vez más, que jamás encontrare a alguien como tú.

Es de noche y hace una tormenta allá afuera, la electricidad no me acompaña, tengo que escribir frente a la luz temblorosa de una vela, y es esa misma luz la que me recuerda, lo temeroso, débil e indeciso que puedo ser yo, y lo poco que soy comparado contigo. Eso no evita que siga enamorado de ti. Te amo, siento mucho decir esto una vez más, pero ya no puedo ocultar lo que dice mi corazón, tengo miedo de que nunca pueda tenerte, tengo esperanza espero y eso sea suficiente.

Tengo pocas cosas que ofrecerte, solo puedo darte todo mi amor y todo mi cariño, espero y lo aceptes, si no es así, no tengo idea que será de mi, esa clase de futuro se ve como un abismo infinito en el mar, desolado y desconocido, no creo soportar la vida hay.

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