lunes, 17 de abril de 2017

Segundo A Segundo.

Espirit 空想 - Summer Night

Puedo amanecer el sábado, desesperado y con solo la tranquilidad que me da la luz que se filtra por las cortinas como consuelo, puedo sentir mi mente llena y mi cuerpo vació de las sensaciones que deseo, aunque aun es el momento seguir, pues mis músculos en mis huesos están en la disposición de continuar, aun mientras me quede vida, aun mientras siga aquí, puedo esforzarme un día mas por levantarme y quitarme todo eso que me dejo la noche en un baño de agua helada, si me esfuerzo puedo imaginar ver escurrir la pereza  junto al jabón por la coladera, y después salir de casa otra vez, escuchar de nuevo las mismas canciones que a veces siento son las únicas que entienden el flujo de mi mente, pero que tengo pausar justo antes de cerrar la puerta e irme.

A veces recuerdo esas escenas dramáticas y la majestuosa emoción de un buen soundtrack, me imagino como quien estuvo ahí antes que los actores, imagino al guionista sintiendo querer hacer explotar entre tecla y tecla, entre palabra y palabra cada segundo de emoción en la pantalla, imagino su tibia pasión solo acompañada por su música favorita, y la frescura de su estudio.

Imagino a los guionistas y los compositores detrás de cada hermosa escena de las mejores películas que aun guardo en mi mente, y quiero serlo, quiero estar ahí entre toda esa imaginación girando en el aire, entre toda la intensidad de un sueño hermoso, diseñado años pasados atrás, de esa pasión inexistente mas allá de mi mente, mas allá de mis parpados cerrados mientras lo imagino, deseo esa pasión como una necesidad y cuando la tengo en verdad que gozo, disfruto como con ninguna otra sensación puedo sentir, me doy cuenta que en verdad estoy vivo, y que aunque no lo aparente a las miradas a mi al rededor, y a veces ni siquiera a la mía; son esas sensaciones casi siempre fugaces las que me mantienen aun aquí aferrado a continuar caminado a donde quiero ir. 

Los arboles secos y el pasto dorado por la carretera y la música de siempre acorde a los oídos del chofer, dispersándose entre el mismo aire polvoriento que respiro; y por entonces me pregunto: ¿Que sera de mi vida, si doy mas atención a recordar las veces que me han herido en lugar seguir soñando lo mismo que me hizo salir de la cama por la mañana?. Terminaría sin duda como uno de esos robles, pero sin tener hojas verdes aun, ante las primeras lluvias del verano, ¿Y de que me sirve seguir en pie si no puedo disfrutar de la frescura de la lluvia en Junio?

La biblioteca tan sola como siempre, y los estudiantes de medicina esta vez sin llevar sus uniformes, y en mi mesa una pagina nueva virgen para mi, con el mas puro blanco detrás del negro sobrio de esos diagramas y columnas. Es el momento, la batalla comienza otra vez por seguir en el mismo rumbo, palabra por palabra, segundo por segundo sin perderme en una eterna primavera, sin hojas ni flores en las ramas de mi mente.


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