jueves, 22 de junio de 2017

Simbiosis.


Saib-In Your Arms

A veces siento tantas cosas impresionantes dentro de mi mente, a veces me siento tan apasionado por solo sentir el calor de algunas emociones, como la de estar triste o sentirme melancólico, deseando tener a alguien con quien hablar, a quien expresar al menos en mi tono de voz si no lo logro con mis palabras, una parte de lo que siento.

Me sucede a menudo, que cuando escucho alguna canción antigua por primera vez, me da por recordar cosas que he vivido combinadas con otras que no, como si pudiera ver a partir de la música un trozo de las experiencias de quien las creo. Aunque quien sabe, y solo son los recuerdos de algún sueño del que apenas guarde algo después de despertar, por que tengo la desdicha que en las mañanas siempre olvido que soñé y solo lo recuerdo muchos días después.

Aun el año pasado, tenia unas ansias insostenibles de regresar a platicar con mis amigos, a pasar una de esas tardes hermosas a la sombra de un árbol, observando el cerro de San Juan, intercambiando ideas, y construyendo esos lasos tan fuertes, donde un solo apretón de manos y una sonrisa en el rostro de alguien al pronunciar mi nombre, era suficiente para sentirme en el lugar correcto; los humanos somos unos animales muy sociales, que al reducir nuestro contacto extra personal solemos pasar depresión.

A medio dia leyendo 2001: Una Odisea en el Espacio me encontré una nueva palabra: simbiosis, cuya etimologista es "vida en común", con muy pocas personas mantengo algo así, pero con el tiempo ante tantos simbiosis fallidas, el dolor del fracaso me motiva a esforzarme en sobre manera por mantener las que tengo, que son la mitad del oro de mi vida. He notado que me es fácil lograrlo cuando interactuo con pocas personas, que cuando lo hago con cientos, como lo llegue hacer en mis primeros semestre en el tecnológico.

Este año, visite a mis amigos en dos ocasiones, resultando en interacciones fallidas, hace mucho que deje de tener los mismos intereses, vicios y temas de conversación con esas personas que quiero tanto. De vez en cuando me da por buscar nuevos amigos, tratando filtrar a las personas por variables como sus intereses literarios y su conducta individual, para así tener alguien de quien aprender y condicionarme, no siempre funciona, pero así he conocido algunas de las personas que me han cambiado la vida, recientemente un alumno de quimica, llamado David paso una hora de la mañana platicando conmigo sobre algunos buenos libros, de los cuales compartimos el gusto, a los días continuamos intercambiando mensajes por messenger. Espero no alejarme de el, hasta nos pusimos de acuerdo en comprar a 50 y 50, un PDF de la editorial Willey's, una empatia sorprendente para ser solo unos cuantos encuentros, estoy seguro que podre hallarme mas personas como el, tal vez ni siquiera necesite buscar tanto. Pero si no busco, he de quedarme solo en mi vida, lamentando entre las paredes salitrosas de mi cuarto, lo que pudo ser y nunca fue.


6 de junio del 2014, canchas ITT

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