lunes, 15 de abril de 2013

El Aroma del Recuerdo (El Ancla Dorada)



Recordó el olor de la madera vieja, curtida por la sal y el sol, pudo ver el humo que rodeaba todo el puerto, y tuvo en sus narices de nuevo el aroma de los cigarros que fumaban los marineros. Pisaba el suelo sin usar zapatos cuidadoso de no encajarse alguna astilla o un pedazo de vidrio, cosas que siempre abundaba en los muelles de descarga. Esquivaba grúas eh indígenas cargando grandes costales llenos de granos y frutas aun verdes, gritaba con enjundia con un marcado acento potosino mientras miraba los zapatos sucios con gozo latente de que quien tenias sus pies en ellos pudiera aceptar pagar los servicios de julio y quizás asta dar una buena propina como para tener comida ese día.

Julio ya no estaba en el desierto, estaba frente al mar en una mañana cualquiera de otoño el calor se había ido, el dolor en sus huesos producto del veneno desaparecía, vivía sus últimos segundos en el mundo recreando para su corazón su vida misma.




Aun no me atrevo a publicar completamente mi cuento, siento que necesito un buen editor. puesto que mi gramática y mi ortografía es bastante mala, no quisiera publicar una barbaridad ante todos, aun así en cuanto tenga algo mas o menos digno en mis manos, lo mostrare sin lugar a dudas.

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