domingo, 30 de enero de 2011

Las Vainas de San Blas



Como cualquier otro día desde ase 35 años y sin un solo minuto de retardo, un grupo de delfines pasa justo frente al peñasco donde don Jorge  los a observado desde que era un niño.

La luz de la mañana ase brillar sus espaladas y ellos brincan como que si estuvieran jugando con el mar, y don Jorge no ase mas que  suspirar, no sabe cuanto tiempo mas los podrá ver, se entristece y continua suspirando. Hay muchas otras cosas en las cuales pensar, pero durante los 3 minutos que tardan los delfines en cruzar la bahía, su mente, y sus sentidos pertenecen al amanecer del mar.

Son 26 -me decía- ase 2 meses eran 27, ase dos años 32, ase 5, 38, pero cuando yo apenas estaba en la primaria, tuve la suerte de contar 79. Pero esos eran tiempos muy diferentes a los que a ti no te tocaron vivir. Sabes  muchacho, en 42 años que tengo de vida,  llevo 5 ataques cardiacos, 4 de ellos en los últimos 3 años, el doctor le dijo a mi mujer que no podre vivir mas de 3 meses, ¿y sabes que? Lo único que me preocupa en este momento, es que tú puedas volver aquí, después de 10 años, y ver al menos 15 delfines. 


1 comentario:

Henri Briones dijo...

Don Jorge murió el 13 de enero de 2005, en la actualidad el grupo de delfines que el acostumbraba a ver, se a reducido a solo 7. La industria hotelera, y la pesca desmedida entre otras cosas están a punto de extinguir la poca vida que aun le queda a nuestros mares. Algunas ONGs aseguran que para 2050 no abra suficiente alimento en el océano, como para todos los humanos del planeta.

Estamos acabando con la tierra, estamos acabando con nuestro hogar.