Después de 20 minutos por fin llego a Tepic, bajo del bus y comienzo a caminar sobre la avenida principal, son las 6 de la tarde y las calles están desoladas, es uno de esos desagradables días nublados pero a la ves calurosos, no me importa el clima, se que cuando llegue al parque abra una banca limpia y un árbol dándome su sombra.Tengo que caminar 15 cuadras para llegar al parque, podría tomar el bus, pero prefiero caminar, me gusta escuchar el sonido de mis pasos, mirar al frente y sentir la tranquilidad de los edificios que me rodean, voy sintiendo la ciudad a mi propio ritmo.
Después de 30 minutos de caminar por fin llego al parque, y me siento en la primera banca que veo, después pongo mis codos sobre las rodillas y me ajito el pelo para después levantar la frente y ver los autos pasar frente a mi.
Casi una hora de camino solo para escuchar el zumbido de los autos y permanecer inmóvil bajo la sombra de un árbol, tal ves no es algo inteligente, pero se necesita mas que inteligencia para entender lo que yo siento al escuchar como un auto rompe el viento justo frente a mi.
Escuchar como la tranquilidad del parque es arrebata por zumbidos que apenas duran segundos, mientras estas solo y piensas en tu pasado, es algo especial, mágico, un pequeño detalle de tu existencia que tal ves en algún momento recordaras con alegría.
Dedicado a Fela Paulina.
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